jueves, 14 de octubre de 2010

Una inédita historia espacial: Krikalev 2

En la entrada anterior habíamos dejado a Krikalev (que se pronuncia Krikaliev y en algunos sitios se escribe Krikaliov) a la vuelta de sus 310 días de permanencia en la MIR. Acababa de aterrizar el 25 de marzo de 1992.
Como podíais sospechar por esta segunda entrada Krikaliov no se dio por vencido y ese mismo mes la NASA anunciaba que un cosmonauta experimentado viajaría con su transbordador (shuttle) Discovery.
Y en efecto Krikalev es seleccionado un año después como especialista de la misión y consigue un nuevo éxito: participar en la primera misión cooperativa entre Estados Unidos y Rusia.
Recordemos que se trataba del fin oficial de la guerra fría y este era un argumento más para escenificar la nueva amistad de las dos superpotencias.
Esta misión llamada STS-60 es la que os traigo aquí para que disfrutéis más personalmente de mi protagonista de hoy y de ayer: Krikaliev.
En esta ocasión tan solo duró una semana pero resultó muy aprovechadita: se llevaron a cabo multitud de experimentos en biología, sobre la ciencia de los materiales, sobre el escudo de la nave y en el Spacehab: una minuciosa observación de la madre Tierra.

El despegue de la STS-60



Nuestro buen amigo Krikalev monitorado por los médicos de cabo Cañaveral.

En el siguiente vídeo vemos primero a la única tripulante femenina de esta misión, la ingeniero y doctora Nancy Jan Davis. A continuación aparece nuestro amigo Krikalev en plena misión de auto afeitado.

Un precioso plano de la estación y la salida de pequeños satélites.

¿Adonde van los satelitillos cuando nacen? ¿Y el satélite grandote?

El estupendo aterrizaje del shuttle Discovery. Solo hay que compararlo con el brusco aterrizaje en la estepa rusa. Al final del vídeo sale el escudo en el que vemos perfectamente el nombre de Krikalev como cuarto especialista de la misión.


Artículos relacionados:
¿Cuánto combustible tiene un cohete?
¿Porqué necesitan varias etapas los cohetes?
El primer cosmonauta: Laika
Otras puñetas cosmonauto-simiescas.
Apollo 11: alunizaje.
Cronicas desde Marte

No hay comentarios: