lunes, 31 de octubre de 2011

Fringe vs Dr Who

Es bien sabido que soy un fan de Fringe y de Dr Who.

Yo al menos lo sé.
Y como me encanta descubrir nuevas relaciones entre mis series favoritas, traigo aquí una de lo más interesante.

¿Recordáis cuando de pequeños nos hacían rabiar repitiendo todo lo que decimos? 

En realidad es una tontería y no debería molestarnos lo más mínimo pero la imitación tiene un nosequé de inquietante que infunde cierto malestar y desconcierto en el imitado.

Quizás sea esa la magia de los mimos.

Recuerdo como, hace unos (bastantes) años, perseguía un mimo a los transeúntes del parque del retiro en Madrid, imitando sus andares de manera despiadada. Esto es; captaba enseguida los tics, gestos y peculiaridades propias de cada persona al caminar.

Pues bien. No cabe duda de que el personaje atraía llamativamente la atención del público.

Hablando de imitaciones, quiero recordar una de las más inquietantes para la especie humana. La de nuestros primos los simios.

Eso de parecerse tanto a nosotros en los ademanes, en la mirada, en lo físico e incluso, se me antoja; en los sentimientos, es algo que nos llena de dudas e inseguridad.

Dudas de nuestra superioridad, supongo, e inseguridad por no ser los únicos primates listos de la creación.
Pero lo que traigo a este blog es una imitación todavía más inquietante y muy en la línea de los viajes en el tiempo o de universos paralelos que tanto me sugieren.

Para un viajero del tiempo sumido en un bucle temporal (al estilo de la manida “atrapados en el tiempo”) ¿qué mejor demostración de que ya vivió el momento (re)presente que adivinar lo que va a ocurrir a continuación?... o lo que se va a decir a continuación.

Esto es lo que ocurre en Fringe cuando Peter conoce al Observador.

Es decir que esta situación con un extraño se podría dar en dos supuestos (de mis preferidos).
-       -   Un viaje al pasado en el que el que viaja ya sabe todo lo que va a ocurrir.
-       -   Una mente preclara que es capaz de anticipar todo lo que uno está a punto de pensar o incluso adelantarnos en nuestros pensamientos y nuestros actos.
Y algo así es lo que ocurría en el episodio 4x10 de Dr Who emitido el 14 de junio de 2008.

Un detalle más para desengrasar (como decía mi madre cuando habíamos comido demasiado).
Este episodio de Dr Who se ha hecho bastante famoso porque la azafata de la (maravillosa) nave en la que viajan el Doctor con otros turistas les pone una emisión retro para distraerlos. Y quien aparece en el televisor (no muy futurista por cierto) no es otra que Raffaela Carra.
 

sábado, 22 de octubre de 2011

Inoki vs Ali

¿Nunca os habéis preguntado lo que resultaría de un combate entre spiderman y superman, o el mismo Obama? ¿O entre un toro y un león, un boxeador y un karateka o un luchador de lucha libre?

Estas preguntas que pueden parecer de lo más peregrinas, se enmarcan, claro está en la categoría de los oxímorones.

Oxímoron = (Gr.) oxys + morón = agudo + romo (ej.: agridulce)

Pues bien, aunque parezcan tan insólitas, no lo son menos las respuestas que a veces les corresponden.

Lo de Spiderman y Superman ya lo habéis visto.

¿Pero y con Obama?

Vaya…

En cuanto a lo del toro y el león, aquí tenemos una referencia del s. VI a. C. de la ciudad de Persépolis. El león, símbolo del sol veraniego, derrota al toro, símbolo de la lluvia. Otros expertos advirtieron que en Persépolis anochece en el equinoccio, la constelación Leo ( el león) está en su cénit y Tauro ( el toro) está en el ocaso.
Me consta además de que se ofrecieron corridas de toros contra leones en España allá por el siglo XVII.
No es que yo esté demasiado en contra de la llamada fiesta nacional (otros asuntos me preocupan mucho más) pero, a veces es bueno empatizar con el animal y ponernos en su piel (de toro).

Vayamos ahora a lo que me inspiró esta entrada al blog: concretamente la perplejidad de enterarme de que sí consta en los anales, un combate entre un boxeador y un luchador.

¡Y no cualesquiera mindundis de tres al cuarto!

Mindundi = (lat.) minuendus = que debe ser rebajado.

Los históricos combatientes fueron el boxeador Cassius Clay – posteriormente islamizado como Muhammad Ali – y el luchador japonés Kanji Inoki – también rebautizado como Antonio Inoki en honor a Antonio Rocca, otro legendario luchador -.
De Mohammad Ali poco tengo que contaros que no sepáis.

Pero Inoki es un personaje de lo más peculiar (no es que Cassius no lo fuera).

Nació en Yokohama, donde se puede contemplar el rascacielos más alto de Japón. Otra cosa curiosa para nosotros occidentales es que una de las zonas más turísticas de Yokohama es su barrio chino.
En cuanto a Inoki, en los sesenta se convirtió en una leyenda de la lucha libre profesional. Vive ahora retirado en Nueva york.

Pero a lo que iba:

El combate contra Ali sucedió en 1976. El carisma y originalidad de ambos contrincantes no podía sino propiciar el extraordinario encuentro.

Y sin embargo, como podéis comprobar al final, el combate resultó un fiasco.

La razón principal fue que ambos querían preservar su reputación. Habría resultado demoledor que uno u otro se mostrase inferior en un combate que, a fin de cuentas, tampoco era determinante en sus carreras. En realidad, quizás estuvieran más preocupados sus espónsores que ellos mismos. Esto entorpeció las negociaciones acerca del modo en el que debía efectuarse el gran evento para el que nadie había inventado las reglas.

¿Cómo congraciar las reglas del boxeo con las de la lucha libre?

En el boxeo se trata de golpear al contrincante mientras que en la lucha libre, está terminante prohibido hacerlo.

En la lucha libre se trata de derribar al adversario mediante derribos y contacto personal, absolutamente prohibidos en el boxeo.

Lo dicho: un oximorón de tomo y lomo.

La solución que fue tomada entre los asesores de cada combatiente tardó casi un mes en materializarse. Se puede incluso decir que el combate real se operó entre ellos en las bambalinas del cuadrilátero. Cuando parecía que los dos bandos llegaban a un acuerdo, el grupo de Alí temió que Inoki lo convirtiese en un combate real, por lo que forzaron un cambio de reglas hacia un combate en el que se permitían sólo golpes, sin suplex ni lanzamientos contra la lona.

Suplex = (francés) souplesse = agilidad = derribo del oponente después de ‘engancharlo’ firmemente de alguna extremidad (brazo, cabeza o pierna).

El caso es que el resultado del combate final fue tan remilgado y taimado que su visionado se nos antoja bastante ridículo. 
Alí logró golpear a Inoki un total de 6 veces en todo el combate, mientras que Inoki permaneció en una posición defensiva (tirado sobre la lona) casi todo el tiempo, golpeando a Ali con patadas bajas repetidamente. El combate finalizó con un empate a 3.

De este combate de ensueño truncado retendré no obstante la prestancia y la presencia de ambos combatientes.

A mí me encantó el experimento del oximorón :-)

viernes, 21 de octubre de 2011

Camello o dromedario


Para que quede claro: ni una, ni dos jorobas:

Los dos son camellos

·       Camello común = Camelus bactrianus = camello bactriano (por la región de Bactria en Asia central) = camello asiático
Este camello común tiene dos subtipos:
-         Camelus bactrianus bactrianus = camello doméstico.

-         Camelus bactrianus ferus = camello salvaje.

·       Dromedario = Camelus dromedarius = camello “corredor” = Camello arábigo

·       Del latín camelus, a su vez del árabe جمل (gamal) = necesario, vital, imprescindible
·       (Gr.) Dromo = 'pista', 'circuito'
·       Latín > dromedarius, y este del griego dromás (corredor).
El dromedario o camello arábigo es un mamífero similar al camello bactriano (conocido vulgarmente como camello), del que se diferencia por su pelaje generalmente más corto, cuerpo menos robusto y presencia de una joroba en lugar de dos.


martes, 18 de octubre de 2011

El efecto mariposa

Parece mentira que un cliché como el efecto mariposa parezca tan trivial y sea sin embargo tan importante como para que estemos aquí hablando de él.
 Este verano vi en Paris un reportaje de TV5 sobre la evolución. Os resumo la parte que más me impactó sobre la relación entre el nacimiento de las flores con nuestra propia existencia como humanidad. Está claro que no es el único efecto que ha influido en nuestra aparición como especie pero sí uno muy relevante.

El siguiente resumen es muy sencillo pero muy esclarecedor y por corto, asimilable.

Los mamíferos evolucionaron en primer lugar de los reptiles (los que reptan). Pero el salto determinante para los mamíferos está indudablemente relacionado con el nacimiento de las flores.
 En el universo prehistórico de los dinosaurios solo había habido un intento fallido de evolución mamífera, la del biarmorsuchus. Pero los mamíferos poco tenían que hacer para defenderse de los reyes de la tierra; los dinosaurios. De hecho, solo sobrevivieron los mamíferos más pequeños.

Las plantas que existían entonces eran las gimnospermas con semillas y sin flor, como los helechos. 
 Pero las plantas se especializaron en su forma de procreación.

Inventaron las flores (angiospermas).
El delicadísimo nuevo sistema de fecundación implicaba a unos cómplices simbióticos: los insectos que volaban de flor en flor para distribuir el material genético. Se puede decir que estos nacieron y proliferaron a la vez que las flores. Las abejas, mariposas y demás se diversificaron enormemente cuando hasta hacía poco solo existían las libélulas y los saltamontes.
 Y los pequeños mamíferos comían insectos…

Lo demás es historia. Nuestros antepasados reptiles proliferaron paralelamente a las flores y su nuevo alimento en forma de insectos. Después, pasaron de tener sangre fría a sangre caliente y empezaron a gestar sus cachorros dentro de sus vientres.

Y aquí estamos.

sábado, 1 de octubre de 2011

Carmen Porter y Sobrenatural

Los que habéis “hojeado” este blog alguna vez sabéis que no soy nada aficionado a lo sobrenatural aunque sí muy inclinado hacia la fantasía y la ciencia ficción.

Me parece evidente que lo que diferencia al ser humano por encima de todas las demás especies “vivas” es su inteligencia. Por eso pienso que el único deber moral al que nos debemos como especie es desarrollar esa inteligencia.

Si alguna vez hubo realmente una misión superior para el ser humano es esa: mimar y desarrollar el conocimiento y la inteligencia. Iba a añadir “por encima de cualquier consideración” pero rectifico por “en tanto en cuanto no interfiera con su felicidad”. Huyo de los fanatismos y prefiero un humano feliz a un humano instruido, aunque lo primero no tiene porque excluir lo segundo.

Dicho esto, como por definición lo "sobrenatural" es cosa de creencias (como las religiones por cierto) y no del saber (por mucho que se empeñen), siempre procuraré hacer caso de mi inteligencia para saber y no creer (en nada).

Pero a lo que vamos:

A pesar de no ser aficionado a lo sobrenatural, mi fantasía me lleva a perder los ratos libres viendo la serie norteamericana que lleva esa temática: supernatural (en inglés) o sobrenatural.

En la serie los hermanos Sam y Dean Winchester (Jared Padalecki y Jensen Ackles) se dedican a emular a Starsky y Hutch pero persiguiendo monstruos paranormales de toda casta: vampiros, licántropos, fantasmas, demonios… La correspondencia entre ambas serie incluye un coche bandera Chevrolet Impala del 67 para Dean en lugar del Ford Gran Torino de Starsky.

Pues bien. ¡Qué graciosa casualidad que en uno de los episodios de Sobrenatural (concretamente en el minuto 4’ 35” del 2x20 titulado El genio) se encuentre una relación con otro referente de lo paranormal! Carmen Porter.
 Carmen es periodista de profesión, presentadora de radio y televisión en emblemáticos programas que tratan sobre lo sobrenatural. Todos la conocemos por sus programas “Milenio 3” (en los que aparece junto a su marido Iker Jiménez) pero también participa en medios escritos como la revista Más Allá.
 
Como yo mismo trabajo en un medio de comunicación, tuve la gran alegría de conocer a la famosa pareja por lo que os pongo una prueba fotográfica atestiguándolo.
Y ahora viene la relación de Carmen Porter con la serie Sobrenatural:

En el episodio 2x20 titulado "El Genio", Dean Winchester investiga el correo apilado sobre la mesa. Encuentra una carta a su nombre:
Pero (como decía) en el minuto 4’ 35” de dicho episodio, Dean abre una carta que va dirigida a la dueña de la casa en la que está investigando y descubre que su nombre es…
Carmen Porter.
 
¿Será casualidad o - como dicen los paranormales – causalidad?
¿Conoce la Warner Bros la existencia de Carmen y trata de mandarle un aviso?
Está claro que se trata de un expediente sobrenatural…

Dean Winchester y Carmen Porter Sobrenatural