jueves, 14 de marzo de 2013

Le manège (Les quatre cents coups)

Cuando tenía quince años fui con mi (primera) amiga Nadine Musnik  (de la que no sé nada desde hace muchísimo tiempo) a esta atracción en un parque de las afueras de Paris. Al indagar, me he enterado de que todavía existe una en la Foire du Trône (la feria del trono), también en las afueras de Paris, por lo que no sé si será la misma a la que acudí entonces.

La atracción se llama 'le manège', esto es, el tío vivo y consiste en lo que veis, una especie de tonel cilíndrico en el que se entra por una puerta y que empieza a girar con gran aparato de crujidos y tensiones de la madera con la que está construido. 

Alcanzada la velocidad adecuada, apretados por la fuerza centrífuga contra la pared del tonel, la fricción se opone a la fuerza de gravedad y nos quedamos "clavados" en ella. Es en ese momento cuando el suelo del tonel empieza a descender mediante un mecanismo digno de la antigüedad por lo que 'el manège' alcanza su propósito culminante: dejarnos colgados a dos o tres metros de altura.

¡Extraordinario!

Decir que el niño de la película es Jean-Pierre Léaud, el actor fetiche de François Truffaut que lo utilizaba de hecho a modo de alter-ego en muchas de sus películas autobiográficas. En esta película (les quatre cents coups = los 400 golpes) Léaud tiene catorce años aunque representa a un niño de doce. El título de la película es una expresión francesa que quiere decir algo así como 'hacer las mil y una', una de las cuales puede ser 'hacer pellas' que en francés es más concretamente 'faire l'école buissonnière' (hacer la escuela de los bosques). Y ya que estamos con etimologías, diremos que "hacer pellas" viene de que una pella (o un gasón) es una bola de tierra con la que los niños juegan a la guerra.

Por lo que sé, deduzco que esta atracción debió de tener un notable éxito ya que permaneció en el tiempo. La película es de 1959 (yo no había nacido) y yo me subí al "manège" allá por 1976 por lo que pervivió al menos diecisiete años. Y si además es cierto lo que leí en internet , la atracción todavía existe en la actualidad (aunque remanada, repintada y modernizada). De esto último tengo serias dudas ya que no he conseguido contrastarlo en ningún sitio. Creo que no es exactamente la misma atracción la que podemos encontrar en la actualidad.

En recuerdo a mi vivencia personal, diré que llevo un tiempo intentando localizar a mi amiga Nadine (hace treinta años que no nos vemos) y no lo consigo de ningún modo por más que indague en los múltiples buscadores o redes sociales. 

No quiero ser pesimista pero no pude evitar el peor de los pensamientos al ver  esta película. Y es que me recordó que Nadine no se había subido conmigo al 'tonel giratorio' sino que se quedó en la parte de arriba (como se refleja en la película de Truffaut) porque tenía problemas de corazón.