sábado, 2 de agosto de 2008

Introducción: Paradojas.

-El viaje por el tiempo es un hecho. A pesar de ello siempre existirán mentes irracionales dispuestas a negar la evidencia.
La humanidad siempre se caracterizó por su capacidad creativa. Esto es cierto. Sin embargo, no es menos cierto que este tan loable rasgo humano, como muchos otros, debe su existencia a su contraposición: la anticreación.
Un mínimo conocimiento de la historia del progreso nos lleva en efecto a la conclusión de que cada paso adelante conlleva siempre una inercia negativa aniquiladora de la razón.
Ejemplos patéticos de ello son la contestación a la teoría heliocéntrica, la insistencia prepotente en la existencia de dioses, los múltiples tabúes que conforman la sociedad, etc., etc....
Lo curioso de todo ello es que, poco a poco, todos los hechos contrastables, es decir, con posibilidad de ser analizados desde varios puntos de vista alcanzando unánimemente la misma conclusión, convergieron efectivamente en comunes puntos de vista de los doctos.
Estas conclusiones eran a menudo utilizadas por los legos (por ejemplo los para psicólogos) como base a sus pseudo razonamientos.
Utilizaban para ello precisamente los hechos incontrastables que representan la debilidad de la objetividad por no ser estos científicamente demostrables.
Su anti razonamiento consistía en efecto en la negativa de la ciencia a tener en cuenta estos hechos no contrastables; "la existencia de Dios".
Si la ciencia se negaba a discutirla, es que no era tan potente como parecía. Así pues, los legos se dedicaron a vivir de las migajas de la ciencia. Ellos si determinaban la existencia de algo tan visceral, tan vital como es Dios. Pero no la demostraban. Ellos si se atrevían a explicar la vida post mortem. Pero claro esta, sin el menor intento de demostración.
El parásito de la ciencia siempre fue la paraciencia.
La seriedad de razonamiento tuvo pues una debilidad frente a este antagonista. Consistía en la ignorancia absoluta de todo lo que no fuera objetivo. Delimitar y comprender lo objetivo fue su única meta. La agresión por contraposición no tuvo mella en ella. No importaba el deshonesto fruto obtenido a sus expensas. La ciencia no tenía tiempo ni ganas de apartarse de su camino refutando para razonamientos que, sin embargo, la enturbiaban.
Y curiosamente, esa fue su fuerza. La ignorancia de todo aquello que no tuviera visos de demostrabilidad, la para ciencia, a pesar del peligro correlativo de sutilizar su nombre, marcó la diferencia entre ella y su contra posición. Las leyes que marcaron su creación se antepusieron a la sordidez del pensamiento. Su ignorancia de la anti ciencia permitió a esta su supervivencia. Pero; ¿y que? Mucho mercantilismo se ha producido sobre la contra científica. ¿Porque no explica la ciencia el fondo de la religión? , Dios. ¿Por qué no asevera la existencia de civilizaciones extra terrestres? ¿Porque no evidencia el mas allá?
La respuesta es sencilla.
Porque no puede y lo sabe.
Pero, ¡que mayor decoro que el de aceptar sus limitaciones! Decir, "hasta aquí llego, y lo demás, creanlo ustedes.".
Lo único que nos dice la ciencia es que lo que explica es demostrable. Lo demás debe ser pasto de la creencia. Solo se trata de elección. O crees o sabes. La ciencia sabe (lo que sabe y respetando sus limitaciones, aceptándolas.) Y su antagonista cree (sin limitaciones).
En cuanto a la existencia Divina (que mayuscuyaremos con tal de no herir a algunos piadosos lectores), lo que dice la ciencia es lo siguiente: Por tanto en cuanto no se puede demostrar la inexistencia de un ser inexistente, no se demuestra su existencia. Pero desde nuestro punto de vista, aun menos posible será el demostrar la inexistencia de este Ser Inexistente si no existe. Y si existe, quizás demostremos algún día su existencia. Pero mientras tanto lo ignoramos como hecho no probado y no nos preocupa lo mas mínimo en el esquema que procuramos trazar del universo.
Vemos aquí el típico razonamiento científico en un ejemplo orientativo. Su contraposición sería: -Dios existe pues pensamos en Él. Por lo tanto y partiendo de esta base, existe.
Esperamos que la inconsistencia de este segundo argumento quede patente a la vista de todos.
Este tipo de incongruencia proviene generalmente de la falta de rigor del lenguaje humano.
Al transformar la simbología oral, o escrita, los conceptos físicos en ideas abstractas, es evidente que traiciona en mayor o menor medida el fondo de esa traducción. "Traddutore, traditore", es decir traductor, traidor. Esto es bien sabido por los trabajadores en ediciones magnéticas como vídeo o cinta. Por buena que sea la reproducción, una copia nunca es mejor que el original. Incluso con la moderna tecnología digital, puede conseguirse una copia de igual valor que el original... pero nunca mejor.
Y la reproducción simbiológica como es el idioma esta lejos de ser ejemplar en cuanto a calidad. De hecho existen múltiples idiomas y todos son susceptibles de expresar las mismas ideas. Si las ideas fueran totalmente objetivas, es evidente que todos los pueblos las expresarían de la misma forma. Con un único idioma. Y es que en efecto, un significado absoluto no puede (no debería) tener varias interpretaciones, ni siquiera semánticas.
Aceptaremos pues que el idioma no es más que un arreglo imperfecto destinado a aproximar una idea a un símbolo. Y esto con el fin de poderlo tratar mediante las drásticas limitaciones que le impone al hombre la constitución de su boca, sus cuerdas vocales, es decir, su órgano fonador y poco más.
Por todo ello, explicaremos a continuación los peligros que una herramienta imperfecta, aplicada directamente a la mente, pueden conllevar en cuanto a paradoja o equivocaciones.

PARADOJAS: (del latín: paradoxa, t. f, de xus. Figura de pensamiento que en emplear expresiones o frases envuelven contradicción). Paradoja, del griego; contra opinión, contra ciencia.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Sigue viajando y que los vientos te sean propicios

Anónimo dijo...

Bueno, no creo que los límites sean tan claros. La ciencia va ampliando sus conocimientos pero sobre todo por donde es "comercialmente interesante" abandonándose o promovieéndose a avances mucho más lentos en otras zonas del saber. Hay muchas cosas que "se saben" aunque no se hayan demostrado...aunque quizá eso es filosofía y seguramente será cosa de legos .-)

Anónimo dijo...

Claro que hay cosas que se saben aunque no esten demostradas. Pero la ciencia es el lenguaje que acota las definiciones de manera consciente para que estemos seguros de lo que se esta tratando. Solo nos dice que lo que no esta demostrado por ella solo puede ser tomado como hipotesis hasta que se defina cientificamente. En realidad todo aquello que no se puede demostrar (o hasta que no se pueda) solo puede ser tratado de "creencia" para la ciencia. Y, al revés, por definición, lo que se cree es lo que no se sabe. Lo que dicen los "creyentes" de cualquier religión al definirse como creyentes con fe, es que no saben, que no tienen "el conocimiento", que solo "creen".

Anónimo dijo...

Al margen de las creencias, la fe y cosas así -que no menosprecio pero que efectivamente entran en otra categoría-, hay mucho campo básicamente empírico del que la ciencia no se ocupa o no lo ha hecho aún, eso no quiere decir que no haya pruebas "casi" irrefutables de que son hechos ciertos, ya que los vivimos. Lo que es ciencia, es ciencia, lo que es creencia, es creencia pero más cosas que no son ni lo uno ni lo otro según una definición tan estricta. Pero ya digo, es más una cuestión filosófica que práctica.

Marc Gasca dijo...

Lo importante en efecto es reconocer el contexto en el que nos movemos: fe; ciencia; surrealismo; intrascendencia... todo vale si encaja en su categoría.