Antes que nada, es necesario hacer un inciso. Me atreveré incluso a proponeros esta consecución de incisos. ¡Incisos de incisos vaya! Seguid las imbricadas explicaciones.
Si os fijáis, los incisos son unos tipos especiales de flashbacks (desambiguación o miradas al pasado), flashforwards, déjà vu (ya visto en francés, paramnesia), o quiasmos (viene de la X griega y representa el tropo según el cual se parte una frase en dos ideas aparentemente divergentes). Por eso sin duda, los incisos se convierten en una necesidad estética de este blog.
El inciso se lo lleva hoy por muchos motivos esta chica: Korinna Moon Bloodgood.
El primer motivo es su extraordinaria estampa. Anteponer lo fantástico de su nombre sería una ironía. Aunque lo de Corina Luna BuenaSangre también está bien. Pero no. La razón última por la que se me antoja incluirla aquí no es sino que al igual que Mary Steenburgen de la que ya hablamos en su día (seguid el enlace) ella también se convierte en una de nuestras musas temporales. No sabemos si por convicción o por vicisitudes de profesión, resulta que Korinna participa en numerosos proyectos relacionados con los cronautas de la pequeña y gran pantalla. De la pequeña hablamos precisamente de esta serie que nos interesa hoy: Journeyman. El papel de verdadera cronauta e incluso, avezada y principal, puesto que ella es el referente temporal del protagonista, le confiere por si solo un lugar de honor al lado de Mary Steenburgen en el panteón de los cronautas. Pero resulta que además, la Luna BuenaSangre también se estrena en otra serie temporal actual: day break. Esta serie basada descaradamente (y por eso me gusta) en Atrapado en el tiempo que recordaréis sin duda como la peli de "el día de la marmota", parece no haber tenido demasiado éxito. Supongo que a pesar de la presencia de nuestra Corina Luna, los personajes de esta serie no eran demasiado consistentes. Pero salgamos de este nuevo inciso... ¡Y no solo eso! Además, (redoble de tambores) ¡Atención!: para coronar tanto eclecticismo, ella es la (siento el paletismo) Blair Williams de Terminator Salvation. ¡Ahí es nada!Pero volvamos a Journeyman, el tema del día:
Debo decir que cuando empecé a verla me sentí algo desilusionado. Parecía que los guionistas solo utilizaban el recurso del viaje en el tiempo a modo de comodín. Quiero decir que el protagonista no era el propio viaje en el tiempo sino las apariciones cuasi milagrosas del protagonista en el argumento de cada capítulo. Esto es: tanto daría que el protagonista aterrizara de otro planeta o fuera enviado por Dios para la consistencia del guión. Algo así como “Que bello es vivir” en versión serial. Vosotros, los seguidores de la cronáutica sabéis perfectamente a que me refiero.
Afortunadamente, el capítulo 2x07 – doble o nada – me sorprendió favorablemente.
Al fin me era dado deleitarme con paradojas de las que nos interesan a los seguidores de Wells. Y es que por fin se rizaba el rizo, que es la esencia de todo argumento temporal.
Hasta entonces, la serie había utilizado el viaje en el tiempo sin justificación alguna. Parecía una simple enfermedad del protagonista – curiosamente asimilada sin pánico alguno por su mujer y él mismo – que le mandaba (sugieren en algún momento que quizás por motivos divinos) al meollo de un problema vital para que lo pudiera solucionar. Pero por fin en el capítulo 2x07 se produce una paradoja muy de nuestro gusto.
El núcleo del problema del protagonista es el mismo protagonista. En este caso se trata del periodista de la prensa escrita Dan Vasser.
Y por fin se entremezclan las acciones que debe acometer en su pasado desde su nueva trama temporal – para él de su presente – en ese mismo pasado.
Bueno. Para el que no haya visto la serie, contamos sin desvelar que este capítulo 2x07 cuenta como el protagonista (Kevin McKidd que quizás recordéis por la serie Roma) se da cuenta de que tiene que ayudar a su yodeantes para que todo lo que vivió desde entonces siga igual. Esto es: debe conseguir que todo lo que sabe que vivió (porque lo recuerda) siga siendo como fue. Según los cánones más conservadores, parece que no debería haber ningún problema puesto que lo que fue tendría que volver a serlo cuando el vuelve al pasado.
Pero precisamente esa es la esencia de la pregunta paradójico-temporal.
¿Podría cambiar algo si uno vuelve al pasado y hace algo que impide que las cosas sean como fueron, o simplemente no hace nada para que las cosas sigan siendo como habían sido?
Se trata de una simple pregunta alternativa a la paradoja del antepasado: ¿Qué ocurriría si vuelvo al pasado y mato (o no evito la muerte) a un antepasado mío antes de que haya engendrado la línea genética que lleve a mi nacimiento?
La simple respuesta de que eso no puede ocurrir porque no ocurrió elude la cuestión de los multiversos. Se trata de libre albedrío. Si tomamos como premisa que lo tenemos y podemos viajar en el tiempo (es de lo que trata este blog), podríamos matar a nuestro abuelo. Y por lo tanto, no habríamos nacido en el universo al que nos habríamos desplazado matándolo. Y sin embargo, ahí estamos. En un universo en el que no hemos nacido pero al que hemos venido desde otro en el que sí lo hicimos y del que desaparecimos. No quiero ser simplista pero en este caso si que parece que se mantiene el equilibrio termodinámico masa-energía de un sistema cerrado. ¿Pero no habría que definir primero a qué sistema cerrado nos referimos? ¿A cada uno de los universos del multiverso o bien al multiverso en sí?
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miércoles, 14 de octubre de 2009
Journeyman - Viajero en el tiempo.
Hoy creo que es de rigor hablar de una de las nuevas series afines al espíritu de este blog. Se trata de Journeyman – el viajero del tiempo -.
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lunes, 6 de julio de 2009
Desafío Total
Hola a todos. 
Hoy, fiel al tema de mi blog, hago un apartado sobre Philip K. Dick (la K es de Kindred). Debo empezar diciendo que nunca me gustó mucho como escritor (aunque si como inductor de guiones de cine) y que mi opinión no ha variado demasiado aunque si que ha mejorado un poco. Y es que me he (estoy en realidad) pegando un atracón de todas sus obras. Esta es una de las maravillas permitidas por los libros electrónicos: recuperar prácticamente toda la obra de un autor a través de la red. Bueno: empiezo por el principio. Uno de los guiones de ciencia ficción que más me han apasionado de todos los tiempos es el de Desafío Total, la película de Schwarzenegger (que por cierto se llama de segundo como mi hijo) en la que, la gente no lo sabe, pero donde se dio a conocer como sex symbol Sharon Stone en detrimento de Rachel ticotín, a pesar de ser ella la protago
nista oficial.
Hago un inciso en mi historia para puntualizar que la Ticotín es además mejor actriz que la Sharon, no en vano aparecía en Distrito apache junto a un magnífico Paul Newman. Los que duden, o no tengan dudas, de quién tenía que ganar el duelo Stone vs Ticotín en Desafío Total, que vean Distrito apache y entenderán lo que estoy sugiriendo (a pesar de que yo mismo esté loco por la Stone).

Pero vamos a lo que iba. El guión de Desafío Total. Recordareis (si la habéis visto) que la peli trataba de un pobre obrero (Arnold) sediento de aventuras, de protagonismo y viajes a Marte. Pero como no podía permitirse más que un humilde recorrido en taxi, se pone en manos de una empresa de implantación de falsos (¿) recuerdos [total recall en la peli y Rekal Incorporated en la novela] para vivir unas vacaciones (¿) simuladas. Pero la cosa sale mal (o bien) porque resulta que el simple obrero reacciona fatal a la terapia de Total Recall. Cuando se quieren dar cuenta, Denis Quaid (Arnold en este caso y no Dennis aquel al que su ex Meg Ryan le
puso los cuernos con Russell Crowe en el rodaje de Prueba de vida) está destrozando la empresa y grita como un poseso sobre
borrados de memoria y recuerdos marcianos. El quid del guión está aquí. Quaid parece no ser el obrero que creía sino un espía que viene precisamente de Marte (de ahí su empeño en volver allí) al que le habían borrado la memoria. Y precisamente el intento de implantación de memoria en Total recall habría reavivado su memoria real. Y es entonces cuando nos surge la duda (¡magistral!). ¿De verdad es Denis Quaid el agente que nos están pintando en la película? O no será que lo que ocurre a partir del intento de implantación de falsa memoria no sea más que es
o, la implantación en si. ¿No quería Quaid vivir una aventura como espía en tránsito hacia Marte? Y precisamente eso es lo que consigue. ¿Pero será verdad?. Precisamente eso es lo que vende Total Recall; recuerdos tan reales que no notará la diferencia.
Pues llevo desde que se estrenó la película (1990) intentando leer el guión o la idea original. La idea se llama “Podemos recordarlo todo por usted”, un cuento corto (más de lo que habría deseado) escrito por K. Dick en 1966. Me la leí en un pispás y os lo aseguro, se resume así: El obrero (Douglas
Quail en este caso) va efectivamente a Rekal para que le implanten recuerdos. Y al igual que la peli, resulta que lo echan de allí cuando se dan cuenta de que ya tenía recuerdos reales parecidos. De manera que deducen que la cara más oscura del gobierno debe estar detrás del asunto y que más vale que le devuelvan las pelas (al menos la mitad) y lo manden (en el taxi de la peli) a casa. Pero Quail vuelve furioso sin acordarse mucho de lo pasado pero conciente de que le han dejado sin la mitad de su dinero y con el cerebro medio-lobotomizado. Cuando pide cuentas a Rekal, llega al acuerdo de intentar ponerle
otro implante para procurar arreglar (aunque sea una chapuza) las cosas. De hecho, Douglas pide que le implanten algo convincente para ver si queda contento con el recuerdo. El nuevo recuerdo a implantar es más increíble todavía que el primero (el de que es un espía que viene de Marte). No quiero contarlo del todo por si lo queréis leer, pero resulta que la nueva historia que le intentan implantar también la ha vivido realmente Quail.
Y ya está. El cuento no es más que eso. Por eso doy gracias a David Cronenberg que fue el primero en intentar dirigir la película (escribió algún borrador) aunque Paul Verhoeven la dirigiera finalmente. Gracias a los dos pero sobre todo al excelso guionista Dan O'Bannon que es quién realmente desarolló toda la trama adicional al cuento de K. Dick. Y es que la película sobrepasa ampliamente el cuento de su instigador.
Y para terminar: Esto mismo pasa con Blade Runner (1982) y ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (P. K. Dick 1968). La novela corta, (en este caso un poco más larga que la anterior) desmerece absolutamente de su progenie del celuloide. La idea que resalta del cuento de K. Dick es la de una sociedad futurista (1992) lúgubre (más deprimente que el de la peli si cabe) en el que las mascotas son quizás robots y Rick Deckard es un Blade Runner (peli) – cazador de bonificaciones (novela).

Hoy, fiel al tema de mi blog, hago un apartado sobre Philip K. Dick (la K es de Kindred). Debo empezar diciendo que nunca me gustó mucho como escritor (aunque si como inductor de guiones de cine) y que mi opinión no ha variado demasiado aunque si que ha mejorado un poco. Y es que me he (estoy en realidad) pegando un atracón de todas sus obras. Esta es una de las maravillas permitidas por los libros electrónicos: recuperar prácticamente toda la obra de un autor a través de la red. Bueno: empiezo por el principio. Uno de los guiones de ciencia ficción que más me han apasionado de todos los tiempos es el de Desafío Total, la película de Schwarzenegger (que por cierto se llama de segundo como mi hijo) en la que, la gente no lo sabe, pero donde se dio a conocer como sex symbol Sharon Stone en detrimento de Rachel ticotín, a pesar de ser ella la protago

Hago un inciso en mi historia para puntualizar que la Ticotín es además mejor actriz que la Sharon, no en vano aparecía en Distrito apache junto a un magnífico Paul Newman. Los que duden, o no tengan dudas, de quién tenía que ganar el duelo Stone vs Ticotín en Desafío Total, que vean Distrito apache y entenderán lo que estoy sugiriendo (a pesar de que yo mismo esté loco por la Stone).


Más inciso: me encanta la pregunta de Ticotín a Arnold mientras le da un empellón en la entrepierna: ¿Con qué la has alimentado? – y Schwa
rzi a contestar: “Con rubias”.

Es interesante saber que las escenas de persecución en la tierra, al principio de la película se rodaron en la estación de metro 'Chabacano', en la línea 9 de Ciudad de México.
Y la Glorieta de Insurgentes donde Schwarzzi toma el taxi automático, es en realidad la estación inaugural (1969) del metro de la misma ciudad, concretamente el 'metro insurgentes' de la línea 1.






Pues llevo desde que se estrenó la película (1990) intentando leer el guión o la idea original. La idea se llama “Podemos recordarlo todo por usted”, un cuento corto (más de lo que habría deseado) escrito por K. Dick en 1966. Me la leí en un pispás y os lo aseguro, se resume así: El obrero (Douglas


Y ya está. El cuento no es más que eso. Por eso doy gracias a David Cronenberg que fue el primero en intentar dirigir la película (escribió algún borrador) aunque Paul Verhoeven la dirigiera finalmente. Gracias a los dos pero sobre todo al excelso guionista Dan O'Bannon que es quién realmente desarolló toda la trama adicional al cuento de K. Dick. Y es que la película sobrepasa ampliamente el cuento de su instigador.
Y para terminar: Esto mismo pasa con Blade Runner (1982) y ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (P. K. Dick 1968). La novela corta, (en este caso un poco más larga que la anterior) desmerece absolutamente de su progenie del celuloide. La idea que resalta del cuento de K. Dick es la de una sociedad futurista (1992) lúgubre (más deprimente que el de la peli si cabe) en el que las mascotas son quizás robots y Rick Deckard es un Blade Runner (peli) – cazador de bonificaciones (novela).

El otro cuento de K Dick que me decepciona, aunque no tanto, es “La segunda variedad” en el que se basa la película “Screamers” llamada aquí “Asesinos cibernéticos”. El principio es un calco del cuento pero al final resulta ser un resumen aventajado de la película.
Una cosita más, de las que me han reconciliado con K. Dick. Acabo de leer “Cantata 140” (Despertad durmientes, la voz nos llama – J. S. Bach) y la verdad es que me ha encantado. Lo curioso de la novelita es que sitúa al primer presidente negro de estados Unidos en el año 2080. Esto es 71 años después de Barack Obama. No es menos cierto que el mismo K. Dick justifica la tardanza de su elección por unos supuestos acontecimientos (que no describe) ocurridos en 1993. También es verdad que la novela apareció en 1966.Todo lo demás que me habría gustado deciros lo dice mucho mejor Mariana Ruiz Romero aqui.
Y para despedirnos por hoy, os diré que siempre me quedará la duda de cómo sería Desafío Total con Richard Dreyfuss o Patrick Swayze, los primeros propuestos para el papel.
Y para despedirnos por hoy, os diré que siempre me quedará la duda de cómo sería Desafío Total con Richard Dreyfuss o Patrick Swayze, los primeros propuestos para el papel.
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