Otra
maravillosa relación temporal entre una concha y la luna. La recupero de mi
revista de juventud, Science et Vie (el nº 739 de abril de 1979). Esto ha sido
bastante afortunado puesto que ya había intentado encontrar esta información en
la red, al menos lo que recordaba de ella, pero no la hay, o no la supe buscar.
El artículo
establece una relación entre las estrías del molusco cefalópodo Nautilo y el
día lunar. Gracias a esto dos investigadores (el geólogo alemán Peter G. Kahn y
el físico americano Stephen M. Pompea) consiguen demostrar que, hace 400
millones de años, la luna giraba tres
veces más rápido que ahora, de lo que se deduce que estaba más cerca de la
Tierra.
El estudio
se titula 'Ritmo de crecimiento del Nautilo y evolución dinámica del sistema
Tierra-Luna'. ¡Ahí es nada!
Para
empezar, presentemos al Nautilo:
Se trata de
un molusco prehistórico que todavía existe en la actualidad. Todos lo conocéis
en su vertiente decorativa puesto que su aspecto nos ofrece el hipnótico
milagro de la naturaleza consistente en una espiral logarítmica perfecta.
Lo
interesante del Nautilo es que, durante el día, vive en el fondo del mar a 400
metros de profundidad. Por la noche sube a la superficie.
El molusco
en sí vive en la parte externa de la concha, en el alveolo final y mayor de la
espiral. Cada compartimento interno representa un mes de excrecencias calcarías
diarias que han ido ampliando la concha día a día. Sí. Cada mes lunar, sin duda
por relación con el cambio de marea (debido a la atracción del satélite), nuestro
Nautilo cierra una cavidad y empieza la siguiente (en la que vive) dejando un
pequeño agujero de comunicación con la anterior.
Conclusión
primera:
- El número de compartimentos del nautilos es
igual al número de meses de vida.
- El número de estrías de cada pared
inter-compartimental se corresponde con los días de ese mes (puesto que tiene
su origen en la salida a la superficie diaria del Nautilo).
Hay que
entender que el nautilo se sirve de las cavidades para subir o bajar en el agua
vaciándolas o rellenándolas respectivamente. Por cierto que para vaciarlas de
agua, utiliza gas nitrógeno que insufla mediante un cordón membranoso; el
sifón. El sifón es de hecho la única unión entre el animal y su concha,
alcanzando todas y cada una de las cavidades internas.
Pruebas que
apoyan esta íntima relación directa entre un organismo vivo y su psicología:
- Los nautilos actuales cuentan efectivamente
29 o 30 estrías entre cada compartimento.
Pero como ya
hemos dicho, estos moluscos existen desde hace millones de años. Y además
tenemos sus fósiles para atestiguarlo.
Cojamos un
nautilo de treinta millones de años: ¡oh sorpresa! contamos 25 estrías entre
cada cavidad.
Contemos
ahora las estrías de un nautilo de setenta millones de años: ¡no puede ser! son
22.
¡Y a 150
millones de años sólo tenemos 17!
Estos
resultados ya son de por sí de lo más interesantes. Pero hay más.
Esos 17 días
por mes de hace 150 millones de años se mantienen (siempre contando las estrías
intercompartimentales de nuestros nautilos) en ese número remontándonos hasta
los 300 millones de años en el pasado. Precisamente el periodo prehistórico de
la expansión de todas las especies vivas sobre la tierra.
De 300 a 400
millones de años vuelve a caer el número de días (o de estrías) hasta nueve.
Conclusión:
hace 420 millones de años, el año lunar (su giro completo alrededor de la
Tierra) era tres veces más corto de lo que lo es ahora: 9 días en lugar de los
29, 52 de promedio.
Haciendo un
simple cálculo astronómico deducimos que la Luna giraba entonces tan sólo a
150. 000 km de la Tierra (frente a los 384. 400 km actuales).
La Tierra
también debía girar mucho más rápido por aquel entonces. Su día debía ser de
una decena de horas en lugar de las 24 que conocemos.
Debido al
rozamiento de las mareas se ha disipado a lo largo de los siglos su energía
rotatoria. Algo así como cuando intentamos hacer girar un huevo crudo sobre la
mesa. Su viscosidad interior (correspondiente a la fluidez de los mares) frena
rápidamente el efecto de giro (diferenciándolo así de un huevo cocido que - al
ser más compacto - gira mucho mejor. Este truco os lo doy de propina para
vuestro nautilo particular).
Lo
interesante es que esa energía disipada por las mareas ocasionó dos consecuencias
en el par Tierra-Luna:
- Frenar el giro propio de la Tierra
aumentando así la duración de sus días.
- y alejar paulatinamente la Luna de la Tierra
(1 m/año hace cien millones de años).
Cómo toda
explicación científica, nos sugiere nuevas preguntas: ¿Donde estaba la luna
entre 5 millones y los 4, 4 mil millones de años que sabemos que tiene gracias
a las rocas lunares traídas por los astronautas? (Esto último para los que
todavía duden de que hayamos estado allí arriba). ¿Estaba tan cerca de la
Tierra que formaba con ella una pareja cuasi pegada? Eso explicaría el porqué
no existen trazas geológicas más allá de los 800 millones de años. Pero esto no
es más que una hipótesis.
Quizás
podamos adentrarnos más en el pasado gracias a los antecesores de los Nautilos.
Parece mentira pero los hubo: las amonitas, unas criaturas depredadoras
parecidas a los calamares que vivían en el interior de conchas con forma de
espiral.