viernes, 23 de abril de 2010

De como nacen los bigotes

¿A vosotros os gustan los bigotes? A mi no. Me parecen lo mismo que una cicatriz que parte la cara del (o de la) que la lleva. Pero supongo que es una cuestión de gustos. Y si seguimos por ahí: ¿no os parece que en general, a lo largo de la historia, los tiros han ido por donde digo? Es decir, salvo Gengis Khan o los rusos zaristas, la historia no ha sido demasiado proclive a mostrar los mostachos de sus actores. No puedo asegurarlo pero me da la sensación de que no es una moda muy afortunada. Y menos si tenemos en cuenta que las modas (como la historia, eso dicen) suelen ser cíclicas. Yo creo (nada científico) que (los humanos) nos saltamos unas cuantas veces la moda del bigote en algunos de esos ciclos.
Bueno, basta de divagaciones. Lo que realmente quería analizar aquí es el porqué de la innegable moda de bigotes de los galanes cinematográficos de los años veinte. Voy a daros la razón por la que Clark Gable, Robert taylor y Errol Flynn decidieron partirse la cara en dos con semejantes atributos.
La culpa la tuvo un tal John Pringle.
John Pringle pasó de ser un anodino hijo de actores a galán de éxito del cine mudo. Llegó incluso a competir en glamour con el mismísimo Rodolfo Valentino.
Bueno, para que lo situéis debería decir que su nombre artístico era John Gilbert.
Y para que apreciéis sus méritos, tiene el dudoso honor de haber sido plantado en el altar de su frustrado matrimonio (1927) por la mismísima… Greta Garbo.
Pero vaya. Yo tengo datos bastante fiables de que la Garbo tenía otras preferencias que no suelen llevar bigotes por lo que la historia bien podía ser un truco publicitario. Sobre todo si tenemos en cuenta de que John pasaba entonces por un mal momento con la bebida y que necesitaba una pequeña confirmación de su sex appeal. En cuanto a Greta, tampoco le venía mal desdibujar sus apetencias sexuales de cara al público conservador (menos que ahora) estadounidense.
A lo que vamos: Unos años antes que lo anterior, en 1921, John Gilbert se pasó de la Fox a la Metro Goldwyn Mayer. ¿Porqué? Pues porque le caía fatal a William Fox. Así de simple. Pero es que además, Fox justificaba el que no le gustaba como galán porque tenía una nariz francamente anticinematográfica, demasiado gorda y poco fotogénica. Fue entonces cuando John fundó la era del bigote resultón. ¿Y qué queréis? Con esas críticas, quizás también yo me dejaría bigote.










Bigote: Cuando el reinado de España pasó a manos de Carlos I de España, V de Alemania, la península se llenó de soldados alemanes procedentes del Sacro Imperio Romano Germánico los cuales tenían la costumbre de saludar llevándose el dedo a la zona comprendida entre el labio superior y la nariz y gritar "Bei Gott!" (¡Viva Dios!), lo cual fue interpretado por los españoles como el nombre de los pelos que nacen en esa zona del cuerpo.

Pero no creais que siempre llevaron bigotes (de izq a der: Taylor; Gable y Flynn).










Y otros los llevaron de manera mucho más original:

4 comentarios:

Maryjoe dijo...

pues yo creo q Clark Gable y Errol Flynn están mejor con bigote.
Y el mejor bigote de todos es el de mi Freddie Mercury.
No parten la cara, sólo acompañan y a veces enmascaran

Marc Gasca dijo...

'Tu' Freddie enmascara efectivamente su labio leporino con el susodicho atributo que no quiero volver a mencionar.

Maryjoe dijo...

no tenia labio leporino, se le salían los dientes para afuera, pero se lo dejó porque era el bigotito que llevaban los gays en los 80
jamás te metas con Freddie Mercury delante de mi porque me como a la gente (si alguien se mete con Leganés tb me los como)

Unknown dijo...

Esta bien. No me meteré con Leganés ni con Mercury. Pero si que me meto con el bigote de Aznar.